No se pudo
evitar, y fue por causa mía y de nadie más. Me vi atraído por el sonido de otra
melodía que no quise rechazar, y al probarla tampoco quise renunciar a ella. La
música de esta nueva melodía fue (y sigue siendo) seductora a mis oídos, aun
cuando aquel vals sigue siendo parte de mi corazón.
Soy joven, ¿por qué
conformarme con una sola tonada a estas alturas? Bailar a diferentes ritmos es
lo que hace que gane más experiencia, ¿no? Soy consciente de que esa manera de
ver este baile al que llamo vida ha dejado pies pisados, lo siento mucho por haber(te)
dejado bailar conmigo aquella dulce pieza. Pero gracias, la disfruté.
Ahora es
tiempo de seguir. Hay una nueva melodía seductora en mis oídos, una cuyo ritmo
desconozco, me intriga y provoca deseo...Deseos que una vez sentí por ese dulce
vals, deseos que fueron reales pero que ya no están. ¿Era justo para mí seguir
a un paso lento que ya no me pertenecía? Mi tempo es acelerado, y quiero una melodía
que se ajuste a él... ¿es esta que he encontrado? No lo sé, pero también la he
de disfrutar mientras esté sonando.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario