Y me volví a perder.
No físicamente, ni
mentalmente…no, puesto que aunque me considero suficientemente cuerdo como
mantener mi norte inmutable e intocable pero… ¿Qué pasa con mi sur, este y
oeste?
Hablo de mí mismo…en un
sentido tan superficial como al tiempo complejo…hablo de mi “Yo”. ¿Y por qué?
Por descuidado, quizás. Por dejar que los conflictos entre lo que tengo, quiero
y necesito tomaran protagonismo en mi cabeza.
Mi propia voz resuena ahora
en mi propia cabeza preguntando ¿A dónde te fuiste?, en un intento desesperado
de invocar al ser que fui. Mi vieja voz, mi risa, mi deseo…todo mermado,
excepto mi inconformidad con migo mismo por haber dejado que eso ocurriera, por
dejar que se alterara mi relativa estabilidad, por haber dejado que mi línea de
emociones se volviera susceptible a cambios con picos que si bien llegan a
tocar las nubes, también tocan el fondo abisal.
Pero entre las nubes y el fondo, sigo sin saber… ¿A dónde me fui?
